domingo, 7 de mayo de 2017

¡Es que ni te enterabas!






Tu huida



¡Te respiro!.  Cuando me hablas,  te vivo mientras respiras.  
Mientras me dices, capturo las palabras para que el corazón  las digiera, sin condimentos. Y nunca pienso que serán los clavos que me sujeten  a tu nombre. Al revés, gólgota de mí mismo, te respiro aunque tus ojos nunca dejan  las huellas de tus miradas.

Lo sé.

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